Crisis, una palabra indeseada pero presente, queramos o no, a lo largo de nuestra vida. Si prestamos atención no tardaremos en notar que el mundo en el que vivimos siempre tiende a la crisis, a la descomposición; los recursos se acaban, las relaciones sin la debida atención se deterioran, los empleos nos llevan al conformismo y si dejamos algo fuera del refrigerador se daña.
La “entropía”, que no es otra cosa que la tendencia natural a la pérdida de órden en un sistema, también baila con nosotros desde pequeños, así que no debe asustarte si en algún momento en tu sistema económico se hace presente.
Las crisis económicas, también podríamos decir que son normales, lo que no nos puede resultar normal es que en los tiempos que estamos viviendo, con tantas opciones, terminemos conformándonos con un salario que no alcanza para tener la calidad de vida que nos merecemos.
Seguramente ya lo has notado, al parecer los sueldos en cualquier parte del mundo alcanzan solo para sobrevivir, para pagar deudas, comer y si tienes suerte, darte un capricho de vez en cuando.
Yo me cansé de ese sistema hace mucho, y no concibo que otras personas que tienen el potencial de perseguir grandes metas se conformen con unas recompensas que están por debajo de sus capacidades.
¡Despierta!
Lo primero que debes hacer es reaccionar, si te dejas llevar por la marea entrarás en una espiral de la que saldrás agotado y decepcionado al ver que dedicaste media vida a impulsar los sueños de otros y no los tuyos.
Dentro de ti hay un potencial enorme, tienes que comenzar a identificar lo que te apasiona, aquello sobre lo que te gusta estudiar por puro placer, aquello en lo que destacas sobre los demás, estoy seguro de que hay un campo de acción sobre esa rama donde puedes emprender y comenzar a ser tu propio jefe.
Sabemos que iniciar un negocio independiente requiere que emplees tu energía en ello y seas disciplinado, sin embargo, las recompensas por cada pequeño logro que vayas conquistando te brindarán inyecciones de confianza en ti mismo y te llevarán poco a poco a un nuevo nivel de realización.
Los tiempos han cambiado, a día de hoy existen cientos de oportunidades para valerte por tus propios medios, eres un ser humano totalmente capaz de alcanzar la independencia financiera y luego impulsar a otros a lograrlo también.
Las horas invertidas en tus proyectos valdrán mucho más la pena que las que pasas desempeñando labores rutinarias para otras personas, la satisfacción que sentirás se convertirá en una ambición sana cuando te des cuenta de todo lo que eres capaz.
He dirigido varios proyectos y en algunos me ha ido mejor que en otros, cada uno de los intentos cumplió con la valiosa función de formarme y prepararme mejor para el próximo reto, hoy cuento con una metodología que me permite hacerle frente a cualquier idea y ser productivo por mis propios méritos.
Lo mismo sucederá contigo, comenzarás a conocerte mejor, serás dueño de tu tiempo, podrás identificar cuáles son tus horas más productivas del día y sacarles provecho, es muy probable que no sean precisamente las mismas horas en las que te tienen trabajando quienes tienen secuestrado tu talento.
¡Ánimo! No estás solo, formas parte de una legión de emprendedores a los que nadie puede decirles que sus sueños son imposibles.